miércoles, 27 de octubre de 2010

La Sala Misteriosa



LA SALA MISTERIOSA 





Un día, mientras leía un libro, escuche con mis propios oídos un reloj de pared dando campanadas sin parar. Me asusté, deje de leer y el reloj se paró. Estaba observando con mis propios ojos aquel reloj tan raro. Me levanté y quité el reloj de la pared. Detrás había un trozo de pared que sobresalía. Lo pulsé y se abrió un agujero en la pared. Entré dentro y encontré una sala vacía. Había una puerta pero estaba tapada con rocas. Durante varios días, cuando me quedaba solo, volvía a entrar y quitaba más rocas. Cuando las quité todas vi la puerta. La abrí y me encontré con otra sala.
No pude creer lo que vi. De repente oí el sonido de la puerta. Era mi madre, oí como decía:
-Ya estoy aquí, hijo.
Salí corriendo de aquel lugar y me puse a estudiar.
Al día siguiente, por la mañana mientras iba al instituto, pensé en contárselo todo a mis amigos, y así lo hice. Quedamos esa tarde en mi casa para averiguar cosas sobre aquella sala. Entramos, y ellos también se quedaron asombrados al ver aquellos cadáveres. Por su estado, pensamos que llevaban allí bastante tiempo. Les observamos y vimos que todos iban vestidos igual, con un escudo en la chaqueta. No sabíamos que significaba aquel escudo, pero estábamos deseando averiguarlo. En aquella sala, encontramos una carpeta con ese escudo. Pertenecía a una familia de nobles, y según aquellos papeles, esos cadáveres pertenecían a sus criados. Alguien les había matado, pero... ¿por qué? ¿Y por qué estaban en mi casa aquellos cuerpos? 
Pasaron unos días hasta que volvimos a bajar a aquel lugar. Estábamos deseando volver a bajar allí a descubrir que había pasado, pero a la vez teníamos mucho miedo. Mi madre, se fue a hacer la compra de todos los días, y en ese momento, bajamos. Cuando estábamos entrando en la sala oímos un ruido muy fuerte. Miramos para atrás. ¡La puerta se había cerrado, estábamos atrapados! Intentamos abrir el agujero de la pared, pero desde dentro era imposible, no nos quedaba más remedio que quedarnos allí hasta que alguien viniera, y, mientras seguimos investigando a ver si encontrábamos algo. ¡Lo encontramos! Algo muy grave había pasado con el rey. ¡Los criados se enteraron y por eso los mataron! Pero...¿qué había pasado con el rey? Cada vez más preguntas sin respuestas. En ese momento se abrió el agujero de la pared que anteriormente se había cerrado. Salimos, pero allí ya no había nadie. Alguien, aparte de nosotros, conocía aquella entrada de detrás del reloj. No sabíamos que hacer, si contárselo a alguien o no. Decidimos no hacerlo, era lo mejor. Volvimos a bajar, y por fin encontramos la prueba definitiva. El rey, ¡había traicionado a su país!
Engañaron a las personas de aquella época. Pero todavía nos quedaba saber una cosa. ¿Por qué en mi casa? Entonces encontramos un mapa. Era de un palacio. ¡Claro, por eso estaban aquellos criados allí, murieron en el palacio de su rey! Salimos de allí. En ese momento, si quería contárselo todo a mi madre, quería irme de aquella casa.
Al cabo de seis meses, estaba viviendo en otra casa. Aunque pasé miedo quería vivir otra aventura. Pero para eso había que averiguar si aquella casa también escondía algún secreto que jamás debiera salir a la luz.
Elena Ortega 1ºC y Javier García 1ºE


4 comentarios:

Anónimo dijo...

Me llamo Javier Garcia Santiago de 1ºE
y me ha gustado este libro porque es interesante

Jonathan dijo...

Soy Jonathan Martín Pérez, de 1ºC.
Este cuento es muy interesante, parece un cuento de detectives.

carlos ortega fernández dijo...

Me llamo Carlos Ortega Fernández y este libro me ha encantado por ser de misterio.
Es de los mejores que he leído.
¿Por qué no hacer una 2ªparte?

Francisco Berenguer González dijo...

Soy Francisco Berenguer González y me ha gustado mucho si le tuviese que poner una nota de 0 a 10 le pondría un 9,4